En los espacios de La Sala Juan Bautista Plaza de la biblioteca Nacional, la Misión Cultura cumplió con la graduación de su primera promoción de licenciados en educación mención Desarrollo cultural, la cuál estuvimos esperando con muchas espectativas ya que esa misión significa los cambios de los nuevos paradigmas en la promoción del ciudadano y ciudadana de la Venezuela revolucionaria que se construye desde las misiones.
Sinembargo, el acto académico de acuerdo con su solemnidad, estuvo lleno de muchísimas interrogantes que en los pasillos del recinto bibliotecario nos formulábamos los asistentes. Los graduandos no fueron el número esperado y la asistencia, a pesar de la importancia que el acto revestía, no fue masiva y los integrantes de la misión que no se graduaron en esta oportunidad no asistieron producto del descontento que se generó en algunas regiones.
La preocupación giraba en torno al campo laboral de estos nuevos profesionales, de donde iban a ejercer la carrera, de que compromisos tenían con la revolución y sobre todo si existía algún proyecto del estado donde tuvieran cabida las iniciativas que se generaron durante el desarrollo de sus estudios. No tenemos información concreta de estas interrogantes.
Suponemos que La Misión Cultura fue creada con el fin de que se constituyera en una vanguardia de la revolución en el desarrollo de un modelo cultural que permitiera al pueblo por medio de sus organizaciones de base, adquirir conciencia de sus valores culturales y una mayor madurez en su sentido de pertinencia.
Estuvimos haciéndole un seguimiento a algunos de los equipos de sistematización y quedamos bien impresionados por los resultados de algunos y muy decepcionados por los resultados de otros, creemos desde La Red que son situaciones perfectamente comprensibles y que de alguna manera son etapas superables en ese nuevo concepto de educador popular que la misión está formando, sin embargo es necesario revisar los contenidos donde se vieron fallas importantes y hacer mas participativos a los activadores culturales en algunas decisiones que tienen que ver con el abordaje comunitario, quedó demostrado en esta primera promoción, que ese abordaje tuvo muchas debilidades las cuales se deben analizar detenidamente y procurar profundizar mas en los resultados que las comunidades esperan de la misión.
El mismo concepto de acto de grado debe ser revisado, pero no por un grupo de personajes importantes, debe ser consultado con los graduandos mismos, ya que si la misión es la vanguardia en la transformación cultural del país, ella misma debe significar cambios conceptuales entre los que se debe mencionar que el modelo de acto académico tradicional, nada tiene que ver con esos cambios que se generan desde el proceso revolucionario.
En definitiva, aplaudimos y celebramos esta primera promoción de licenciados de la misión cultura, pero creemos que hay mucho que mejorar, fundamentalmente lo que tiene que ver con el compromiso que todos debemos tener con este proceso bolivariano.
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