EDITORIAL

13 DE ABRIL DEBE SER TODOS LOS DÍAS DEL AÑO

Han pasado 7 años de aquél fatídico 11 de Abril del 2002. Han transcurrido unos años más de la puñalada que la oposición le dio al sistema democrático y participativo que el pueblo se dio en una empresa democrática que debe perdurar mas allá de lo imaginable como proceso de transformación social.

Después de 7 años el rumbo marcado por el proceso revolucionario comienza a desligarse de la cuarta república en lo conceptual, en lo doctrinario y sobre todo se ha dado inicio a una tímida reflexión que sobre la profundización de la revolución se debe dar en el contexto del desarrollo del nuevo republicano que se forma para el más inmediato futuro de la patria.

El paisaje político del país, está matizado por las mismas contradicciones de hace siete años, solo que esta vez, el gobierno está más fortalecido políticamente y cuenta con una organización social que si bien es cierto aún no tiene la madurez deseada, es una fuerza llena de fortalezas y debilidades que están en pleno proceso de desarrollo social que pronto alcanzarán las primeras metas de madurez requeridas para avanzar hacia el siguiente paso, LAS COMUNAS.

Muchos han sido los soles que han pasado por las mañanas duras de la revolución, de 15 procesos electorales en los diez años de revolución, perdimos, quizás el más importante, el de La Reforma. Sin embargó eso no nos amilanó y en la Enmienda golpeamos con contundencia y con la misma contundencia perdimos cuantitativamente en algunas ciudades importantes y estratégicas del país, hasta ahora, el PSUV solo ha hecho análisis tímidos y pocos objetivos de estas derrotas parciales.

El pueblo revolucionario ha crecido en 7 años, pero también han crecido las acciones de saboteo de los quinta columna enquistados en el gobierno por obra y gracia de la derecha endógena, también han crecido los logros del gobierno y también la oposición ha aprendido a golpearnos desde sus bien fortalecidos medios privados, a los que no hemos podido neutralizar en absolutamente casi nada.

Sinembargo el gobierno y la asamblea nacional han logrado avances muy significativos en materia de legislación, mientras la derecha ha crecido en su nivel de frustración al verse limitada por las nuevas leyes en su accionar conspirador y golpista, la vigencia de estos nuevos instrumentos han impedido que hagan de los puertos y aeropuertos pequeños feudos desde donde fortalezcan la conspiración contra-revolucionaria desde y hacia el exterior.

En infraestructura, hemos avanzado en el número de obras realizadas, sin embargó, pareciera que esos logros no tuvieran dolientes, ya que los mismos no tienen la debida divulgación que indique que la revolución marcha a paso de vencedores en la construcción de una nueva infraestructura nacional que transforme la realidad verdadera de un país en revolución.

A los terratenientes se les ha golpeado, pero no ha sido suficiente, ellos siguen asesinando a nuestros líderes campesinos y siguen en el juego del monopolio de la agroindustria siendo patético el enfrentamiento de las empresas Polar contra el INDEPAVIS, y la "liberación" del arroz regulado de las garras de un mercado tarifado por el libre mercado. Falta ahora "liberar a la carne".

En lo judicial, en Aragua se le acaba de dar un duro golpe a la impunidad al ser condenados los policías metropolitanos con sus respectivos Comisarios a la máxima pena, dejando abierta la posibilidad de que otros actores sean juzgados por el mismo crimen, comenzando por los medios como inductores y guías del golpe de estado que acabó con todos los poderes constituidos de un plumazo y los sinvergüenzas oligarcas que plenaron a Miraflores el 11 de Abril para aplaudir esta gigantezca violación a los derechos humanos en complicidad con la jerarquía eclesiástica al frente de la cual estaba el mismísimo cardenal Velazco.


Abril vuelve con su carga de luchas por hacer. Es urgente preparar mejor a las comunidades organizadas, allí el PSUV está fallando. Al partido se lo está comiendo el tareísmo y las funciones de formación están siendo echadas a un lado sin más prioridad que las que se derivan del inmediatismo. Eso hace imposible estabilizar las funciones de gobierno.

La participación y el protagonismo como un derecho inalienable, no está siendo promovido con la debida puntualidad que se requiere para que el pueblo asuma el poder como algo inherente al poder mismo que nace desde una base estructuralmente popular hacia una corresponsabilidad proyectada hacia la consolidación del ejercicio del PODER como herramienta de co-gobierno del socialismo Bolivariano.

En estos siete años y desde estos siete años tenemos muchas cosas que aplaudir, no obstante podemos decir que pese a la falta de un liderazgo lo suficientemente autónomo como para desarrollarse por si mismo, hemos avanzado en lo colectivo más por la fuerza del discurso presidencial y el arraigo de ese discurso en la gente, que en el indispensable liderazgo local que no termina de consolidarse.

En lo internacional, seguimos liderizando los procesos políticos del sub- continente más libre del mundo: AMERICA LATINA. La fuerza transformadora de la revolución Bolivariana sigue llenando los espacios políticos de más países que conforman el mapa revolucionario del continente con la creación de organismos multilaterales que apuestan a la integración del SUR como una formula de desarrollo integral que rompe la influencia imperialista en el área.

De manera que el 13 de Abril debe perdurar como la respuesta correcta a todas las fuerzas oscuras del imperialismo que tratan de impedir que los procesos revolucionarios alcancen las metas propuestas por los pueblos para su verdadera liberación y estamos conscientes que son muchos los 13 de Abril que se requieren para consolidar este gran esfuerzo humano en beneficio de un verdadero socialismo nacido de los pueblos y para los pueblos.