lunes, 13 de agosto de 2007

PRINCIPIOS DE ORGANIZACIÓN PARA EL DEBATE DE LA CREACIÓN DEL PSUV (PARTE I)

La organización política no es un fin ni un objetivo en si mismo, sino, un instrumento. Son los aspectos orgánicos los que deben responder a los requerimientos de las tareas que se desprenden de la línea de acción común y no al revés. Por tanto, resuelto el tema de proyecto y el programa político, es necesario pensar qué organización es necesaria para alcanzar esos objetivos y propósitos, que se han dado un conjunto de hombres y mujeres para la transformación revolucionaria de la sociedad. Para esto se deben tomar las principales experiencias históricas en la construcción del partido revolucionario, hay muchos elementos orgánicos que tienen un carácter general y que son similares en las diferentes organizaciones, esto se debe a que los objetivos políticos perseguidos por las organizaciones partidarias de los trabajadores del mundo comparten una lucha común, derrocar la burguesía y al imperialismo. Pero hay muchos aspectos orgánicos que son propios de cada realidad nacional y contexto político histórico.

La confrontación permanente de la teoría con la práctica nos debe permitir superar el enfoque teórico, para iluminar una práctica superior. Continuidad y cambio es la relación dialéctica que nos debe guiar en nuestra construcción. Pues no está demás de insistir que el Marxismo Leninismo es movimiento, es desarrollo, es creación, es una teoría abierta, nunca termina nada, anti-dogma por excelencia y si no, no es Marxismo Leninismo.


QUE NOS DICE LA EXPERIENCIA HISTÓRICA PARA LA CONSTRUCCIÓN DE EL PARTIDO

Carlos Marx y Federico Engels, fueron los primeros en formular las ideas sobre el partido de los revolucionarios de la clase obrera. Fundamentaron científicamente el derrumbe del capitalismo, y el tránsito de la humanidad hacia una formación económica más elevada: el comunismo. Conjuntamente, demostraron que el tránsito no ocurrirá de una manera espontánea, sino por el camino de destrucción y construcción revolucionaria, la cual pondrá fin a la dominación de la burguesía y de la explotación capitalista.

El papel histórico universal del proletariado está determinado por factores objetivos: ante todo, por la situación de éste en la producción social; ya que todos los medios de producción y la riqueza se encuentran en manos de la burguesía; el proletariado está privado de propiedad, sólo posee su fuerza de trabajo, la que está obligado a vender al capitalista para sobrevivir. De esta forma el marxismo ha demostrado que fuerza social capaz de poner fin a la estructura capitalista es la clase obrera.

La unidad del trabajo y el capital componen la base del modo de producción capitalista. Por tal razón el proletario no puede liberarse del yugo del capital si no destruye la base misma de la sociedad burguesa. Como resultado de esta situación, el proletario actúa como clase organizada y revolucionaria.

La misión histórica que le corresponde a la clase obrera es: la toma del poder político y la construcción de la nueva sociedad, lo cual determina la necesidad del partido proletario.

Los sindicatos, aunque significan un paso importante dentro del movimiento proletario, por su composición heterogénea y el tipo de lucha que desarrollan de carácter económico, no pueden plantearse el derrumbe del régimen existente.

“La clase obrera no puede actuar como clase contra el poder mancomunado de las clases poseedoras más que organizándose y formando un partido propio frente a todos los viejos partidos fundados por la clases poseedoras... esta organización de la clase obrera que sirve para formar un partido político es indispensable para asegurar el triunfo de la revolución socialista y logrará su meta final, la superación de las clases”.

El proletario por sí solo llega a comprender la necesidad de la lucha económica, pero su conciencia no puede elevarse espontáneamente para comprender la necesidad de la lucha política contra el régimen existente.

El partido, con su teoría de vanguardia, hace posible comprender las leyes del desarrollo social, la grave situación económica, y demostrar los intereses opuestos a la burguesía. El partido hace posible determinar los objetivos y tareas concretas de la lucha revolucionaria, elaborando formas y métodos acordes con la situación concreta para, la unidad del movimiento obrero.

Los partidos se diferencian de las clases en lo siguiente:

a.- Nunca abarcan la clase en su conjunto, sino sólo un sector o parte de ella (la propia palabra partido proviene del latín “pars”, que significa parte).

b.- Son resultado de la unión consciente de los representantes más activos de una clase con miras a alcanzar determinados objetivos políticos de la clase, en tanto que las clases surgen espontáneamente, como fruto del desarrollo económico de la sociedad, gracias a los partidos, las clases toman conciencia de sus intereses vitales, se organizan políticamente y se consolidan.

No todos los partidos políticos se presentan abiertamente como defensores de los intereses de tal o cual clase como lo hace el partido revolucionario. Los partidos reaccionarios habitualmente ocultan su rostro de clase. Sin embargo, en el curso de la lucha de clases se pone al descubierto el verdadero rostro de cada partido.

Un elemento de suma importancia que debemos considerar, es que cuestiones organizativas (partidos y Otros) no pueden transformarse en un objetivo en sí mismo (como lo hiciera la tradición estalinista) sino debe ser considerado un instrumento que permita realizar la dirección política de la lucha de clases.

FUENTE: PRINCIPIOS DE LA ORGANIZACIÓN (De Misión Cultura).

1 comentario:

Julio-Debate Popular dijo...

Exelente articulo. Muy bueno el contenido del blog. En este mismo momento estoy viendo si encuentro información sobre las elecciones. Todavía no hay datos y son 2:38

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