El Guarataro es quizás la comunidad periférica mas antigua de Caracas, su existencia data de la colonia cuando los negros huían hacia mas allá de la quebrada de Caroata para esconderse en el valle del Caroata, que así se llamaba esa parte oeste de la esquina de San Pablo. Miguel José Sanz la llegó a mencionar como un arrabal de la ciudad.
En la historia de San Juán se pueden recoger cualquier cantidad de anécdotas que van desde la colonia pasando por la independencia y todos los períodos posteriores de la guerra Federal hasta nuestros días. Debemos recordar también que San Juán conformaba la parroquia San Pablo, la cual quedó dividida en dos nuevas parroquias civiles durante el gobierno de Guzmán Blanco.
Una de las particularidades de este Barrio (El Guarataro) es que durante la colonia vivió en él el Obispo Mariano Martí, quién fué el realizador del primer censo de población en Venezuela durante los años finales de la colonia. Allí nació también la música cañonera muy famosa por los años 20 del siglo pasado. La guasa fue otro ingrediente de creación popular que formó parte del acervo cultural del barrio mas destacado de la ciudad por su riqueza cultural.
El poeta Aquiles Nazoa es también patrimonio cultural del barrio junto con la Plaza Capuchino,ademas de muchísimas figuras de la vida artística y cultural de la Caracas irreverente, se puede decir que El Guarataro ha estado poblado de esos fantasmas mágicos propios de las barriadas caraqueñas.
En el sitio donde estuvo durante muchos años la cárcel de la ciudad, se levanta hoy un jardín de infancia que comparte sus espacios con una organización comunitaria que de ahora en adelante va a ser parte de esta nota: se trata de la Biblioteca Comunitaria de El Guarataro, una pequeña estructura social nacida de la inquietud de un grupo de vecinos hacedores de cosas y creadores de un paisaje donde la gente es la primera y última palabra.
Lo que comenzó con todos los problemas del mundo hace treinta años, se fue convirtiendo en una realidad producto de la constancia y la perseverancia de la gente de siempre, de los soñadores de cuentos y de toda esa especie de seres incansables que construyen las crónicas de cada comunidad con hechos y sin muchas palabras.
Los personajes de esta biblioteca son los niños y los adolescentes de manera puntual. Aparte de libros, allí encontramos un infocentro conformado por equipos de computación donados por el estado y organizados por un equipo que hizo lo que se tenía que hacer para que este centro fuera el único Infocentro que está ubicado en el corazón de una barriada popular caraqueña.
Es mucho lo que podemos decir de estos espacios. Algunas veces lo vamos a llamar biblioteca y otros lo podemos llamar centro comunitario integral sin el menor temor, ya que la convivencia que aquí se realiza tiene que ver con procesos humanos de crecimiento integral donde lo mas importante es la gente.
Ricardo Bolívar es el coordinador de La Biblioteca Comunitaria de El Guarataro, él fue el responsable de darle forma a una conversa que logramos establecer desde lo mas importante de las cosas que se han logrado en estos años. El funcionamiento de la biblioteca es la síntesis de una relación con la gente que se simplifica en una cotidianidad donde el orden nace de la necesidad de búsqueda de cada quién.
Un libro no es el detalle, es el vehículo que nos vincula con la vida, que nos permite estar cerca de las personas que lo necesitan para involucrarse con algo mas allá de lo concreto, entonces, la biblioteca se convierte en un espacio mágico donde todos aprenden y se comunican mediante los símbolos que cada quién se inventa. Así es la rutina en este espacio lleno de luz y de humildad.
Las técnicas que se requieren para el manejo de una biblioteca, aquí no son ignoradas, pero tampoco son la norma madiatizadora con la que se mide la conducta de los usuarios. El Guarataro es un barrio complejo con sus propios patrones de supervivencia y desde allí todos se han construido una realidad con sus propias manos.
Desde el punto de vista bibliotecario podemos decir que esta experiencia es la única que conocemos donde una sala comunitaria nace desde la comunidad sin la participación del estado paternalista y controlador. En el Sistema bibliotecario del área metropolitana solo dos experiencias existen que se sustentan en la acción del colectivo, en la Urbina el Padre Bruno y en El Guarataro, la gente de la fundación proyecto de educación complementaria al frente del cual se encuentra Ricardo Bolivar.
En la historia de San Juán se pueden recoger cualquier cantidad de anécdotas que van desde la colonia pasando por la independencia y todos los períodos posteriores de la guerra Federal hasta nuestros días. Debemos recordar también que San Juán conformaba la parroquia San Pablo, la cual quedó dividida en dos nuevas parroquias civiles durante el gobierno de Guzmán Blanco.
Una de las particularidades de este Barrio (El Guarataro) es que durante la colonia vivió en él el Obispo Mariano Martí, quién fué el realizador del primer censo de población en Venezuela durante los años finales de la colonia. Allí nació también la música cañonera muy famosa por los años 20 del siglo pasado. La guasa fue otro ingrediente de creación popular que formó parte del acervo cultural del barrio mas destacado de la ciudad por su riqueza cultural.
El poeta Aquiles Nazoa es también patrimonio cultural del barrio junto con la Plaza Capuchino,ademas de muchísimas figuras de la vida artística y cultural de la Caracas irreverente, se puede decir que El Guarataro ha estado poblado de esos fantasmas mágicos propios de las barriadas caraqueñas.
En el sitio donde estuvo durante muchos años la cárcel de la ciudad, se levanta hoy un jardín de infancia que comparte sus espacios con una organización comunitaria que de ahora en adelante va a ser parte de esta nota: se trata de la Biblioteca Comunitaria de El Guarataro, una pequeña estructura social nacida de la inquietud de un grupo de vecinos hacedores de cosas y creadores de un paisaje donde la gente es la primera y última palabra.
Lo que comenzó con todos los problemas del mundo hace treinta años, se fue convirtiendo en una realidad producto de la constancia y la perseverancia de la gente de siempre, de los soñadores de cuentos y de toda esa especie de seres incansables que construyen las crónicas de cada comunidad con hechos y sin muchas palabras.
Los personajes de esta biblioteca son los niños y los adolescentes de manera puntual. Aparte de libros, allí encontramos un infocentro conformado por equipos de computación donados por el estado y organizados por un equipo que hizo lo que se tenía que hacer para que este centro fuera el único Infocentro que está ubicado en el corazón de una barriada popular caraqueña.
Es mucho lo que podemos decir de estos espacios. Algunas veces lo vamos a llamar biblioteca y otros lo podemos llamar centro comunitario integral sin el menor temor, ya que la convivencia que aquí se realiza tiene que ver con procesos humanos de crecimiento integral donde lo mas importante es la gente.
Ricardo Bolívar es el coordinador de La Biblioteca Comunitaria de El Guarataro, él fue el responsable de darle forma a una conversa que logramos establecer desde lo mas importante de las cosas que se han logrado en estos años. El funcionamiento de la biblioteca es la síntesis de una relación con la gente que se simplifica en una cotidianidad donde el orden nace de la necesidad de búsqueda de cada quién.
Un libro no es el detalle, es el vehículo que nos vincula con la vida, que nos permite estar cerca de las personas que lo necesitan para involucrarse con algo mas allá de lo concreto, entonces, la biblioteca se convierte en un espacio mágico donde todos aprenden y se comunican mediante los símbolos que cada quién se inventa. Así es la rutina en este espacio lleno de luz y de humildad.
Las técnicas que se requieren para el manejo de una biblioteca, aquí no son ignoradas, pero tampoco son la norma madiatizadora con la que se mide la conducta de los usuarios. El Guarataro es un barrio complejo con sus propios patrones de supervivencia y desde allí todos se han construido una realidad con sus propias manos.
La biblioteca comunitaria del Guarataro es un proceso social que se proyecta desde el barrio hacia un nuevo concepto de institución comunitaria. En la Parroquia San Juán la revolución se expresa por medio de una gestión que esta al alcance de todos.
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