La invasión y exterminio del pueblo palestino por parte de la élite militar israelí con el apoyo irrestricto del gobierno de los Estados Unidos fueron las causas que generaron la expulsión del embajador de Israel en Venezuela por decisión del presidente Hugo Chávez alegando un flagrante silencio por parte de la comunidad internacional ante el crimen que se estaba cometiendo contra un pueblo indefenso por parte de una fuerza militar catalogada como el quinto ejercito mejor armado del mundo.
Este hecho ha dado pié a que factores de poder en todo el mundo, arremetan contra el gobierno revolucionario en una campaña mediática instigada desde adentro por la oposición venezolana que se ha aprovechado de la amplia cobertura de esta campaña para sumarla al proceso electoral del referendo que se realizará el próximo 15 de Febrero para aprobar o no la enmienda constitucional que daría al presidente Chávez la oportunidad de volverse a postular como candidato a la presidencia de la república en el año 2.012.
El atentado contra la Sinagoga ocurrido en el último día del mes de Enero, ha venido a resultar un elemento más para que esta oposición hipócrita se sume a las voces agoreras que acusan al gobierno Bolivariano de ANTISEMITA.
Ya el gobierno revolucionario fijó su más clara posición de repudio al atentado y ha ordenado una investigación con todas sus consecuencias que permita aclarar el lado oscuro de un suceso que no es parte de la cotidianidad de la cultura política de los venezolanos.
Pero el atentado de La Sinagoga es el lado oscuro de un suceso que por su naturaleza no es propio de la idiosincrasia de un pueblo que está bien lejos de las motivaciones bíblicas e históricas de pueblos de otras latitudes donde la palabra ANTISEMITISMO tiene un sentido que le ha dado forma a las expresiones de los tiempos medidos por la historia de las religiones.
Los venezolanos no tenemos ninguna motivación para tener postura ANTISEMITAS, ni de ninguna otra naturaleza, ya que en nuestro país nunca han existidos confrontaciones religiosas de enfrentamiento de unas contra otras producto de razones políticas o racistas.
El atentado contra la Sinagoga viene a marcar una vez más los antecedentes que en esta materia tiene la oposición al estar involucrados algunos de sus miembros en los atentados que en el pasado sufrieran las embajadas de Colombia y España y cuyos responsables se encuentran huyendo de la justicia disfrutando de la buena vida en territorio norteamericano.
Además de que el escenario que nos mostraron los medios privados estaba lleno de los detalles que nos proporcionan las dudas suficientes para no creer que algún revolucionario estuviera involucrado en un suceso tan absurdo.
Nos mostraron escenas donde el vandalismo aparente deja unas huella bien claras de su naturaleza. Nos mostraron unos grafitis que contenían algunas consignas poco claras con respecto al hecho mismo…hasta una caja fuerte abierta como por arte de magia por parte presuntos agresores, en fin, el atentado de la Sinagoga se convirtió en un elemento más de la campaña electoral del NO o de la campaña electoral de la ultraderecha sionista a realizarse este mes en Israel.
Las cosas no están claras aún, no pueden estarlo. Todos los factores que acompañan al presidente Chávez han condenado el atentado. La derecha venezolana lo ha usado de pretexto para poner a la orden del día su histórica hipocresía social al colocarse del lado que más le conviene a sus intereses.
Los SIONISTAS son en el norte de áfrica, los victimarios. Los agresores de unos pueblos cuyo único delito ha sido ser los legítimos propietarios de los territorios que les están siendo arrebatados por el sionismo israelí, en el resto del mundo y con el chantaje de EL ANTISEMITISMO los SIONISTAS se convierten en las victimas para que sus políticas expansionistas no sean juzgadas como parte de un nuevo colonialismo que se instaura sobre los países árabes dueños de enormes reservas petroleras.
De manera que el atentado contra la Sinagoga se hizo una bandera mediática de los opositores de derecha sin importarles un carajo las contradicciones históricas que existen entre judíos y musulmanes o entre judíos y cristianos.
A ellos, los opositores se les olvidó los cientos de mezquitas que los bombardeos de aviones norteamericanos e israelíes han destruido en los últimos años entre AFGANISTAN, IRAK Y PALESTINA. Ellos no dicen de la persecución a que están sometidos los musulmanes en el mundo como consecuencia de lo que ellos llaman la guarra contra el terrorismo.
Los obispos venezolanos acaban de condenar el atentado contra la Sinagoga, pero no condenaron nunca la muerte de los más de 1500 civiles en la invasión a GAZA, ni de la destrucción de las viviendas de esas mismas víctimas… ¡VAYA HIPOCRESÍA CARAJO!
Los venezolanos no podemos estar complacidos contra ningún atentado venga de donde venga, no tenemos vocación imperialista. Los venezolanos respetamos las creencias religiosas de quién sea y esperamos que Venezuela no se convierta nunca en un territorio de confrontación religiosa porque sabemos por medio de la historia lo peligrosa que son las guerras que se generan desde las religiones.
Los judíos han vivido en paz en Venezuela, incluyendo una paz con sus mismos enemigos históricos, quienes también han contribuido con el crecimiento de un país que los acogió a todos como seres humanos, no por sus creencias religiosas, ni por el color de su piel, ni por su origen étnico. Y eso ha sido respetado y respaldado por el gobierno Bolivariano, mientras más templos tengan, más libres son.
Tampoco esta vez les salió bien la jugada al oposicionismo venezolano, quisieron poner a los judíos a pelear contra el gobierno, sin medir que una vaina es el sionismo colonial y otra el pueblo judío donde quiera que se encuentre a pesar de que en el 2002 se sumaron al golpe de estado y al paro petrolero… ¡QUE ARRECHERA!
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