Las marchas de la oposición terminan siempre siendo un espejo donde se refleja ese paisaje humano que son sus rostros. Caras destempladas que incitan al vocabulario soez, miradas insultantes que no sonríen. Rostros acusadores que son la expresión mas inhumana del odio y expresiones que atemorizan cuando se piensa en el futuro de esos seres que parecen fantasmas acosados por sus propias culpas.
Eso ocurrió en la marcha que realizaron para protestar contra la reforma de la constitución. Los órganos del estado detuvieron el recorrido del pequeño grupo de opositores frente al mercado Guaicaipuro, que era el lugar acordado para finalizar la marcha. Alli ocurrió lo de siempre. Los inadaptados arremeten contra la policia e inician su cesión de insultos contra el gobierno, es un encuentro de lo irracional con lo absurdo, es un espectáculo donde la violencia es la mascara de los participantes y la excusa para saciar esa enorme carga de arrechera que los consume.
Dos pequeños equipos de los medios Alternativos se hicieron presentes para cubrir el evento y como era lógico arremetieron de manera muy violenta en su contra haciendo uso de esa agresiva demencia que utilizan como bandera de sus marchas.
Avila T.V. fue la primera victima del acoso, las repuestas a sus preguntas fueron el insulto acompañado del escupitajo en el rostro del paciente interrogador. Los empujones hacían que el pequeño equipo fuera bamboleado de un lugar a otro y de un grupo de fanáticos a otro sin tregua alguna.
Pero los oscuros rostros de los marchistas expresaban su frustración en cada carga de vulgaridades con que respondian a las preguntas que Cabeza e Mango les formulaba. Era una locura, todos gritaban a un mismo tiempo, el descontrol hacia su efecto en la mente perturbada de los presentes.
La Dama del mono era la expresión de lo irreal, no se sabía quién era el mono ni quien el inteligente. Ella soltaba cada incoherencia que encajaba perfectamente en un personaje Kafkiano frente a una conducta psicológica exactamente surrealista.
Los lideres de la movilización eran sombras que se desplazaban de reportero en reportero anunciando sus profecías y sus desvarios fascistas. Ledezma era ese eterno monje de los enunciados del pasado y Cabeza de Motor la mas fiél expresión de la violencia y el odio.
De pronto, aparece la violencia. La sempiterna violencia de la oposición, la descarga de todas sus potencialidades para la cuál fueron organizadas esas marchas. Los objetos comienzan a volar por los aires, los golpes hacen acto de presencia en la boca del periodista de La Hojilla. Cabeza e Mango es perseguido por la horda enardecida de fanáticos enceguecidos por la demencia, en fín, comenzó la parte final del espectáculo, el escenario ahora se torna mas real. Los rostros se desbordan de pasiones y dejan de proferir palabras para chillar mascaradas de insolencias que desfiguran lo contextual, lo racional. se alcanza lo máximo del clímax y la policía imperturbable los protege desde la distancia de lo racional y lo prudente. Otra lección mas de "civismo" que nos da la oposición sin rostro. Mientras tanto La Reforma de La Constitución marcha hacia la aprobación por parte del Soberano.
Eso ocurrió en la marcha que realizaron para protestar contra la reforma de la constitución. Los órganos del estado detuvieron el recorrido del pequeño grupo de opositores frente al mercado Guaicaipuro, que era el lugar acordado para finalizar la marcha. Alli ocurrió lo de siempre. Los inadaptados arremeten contra la policia e inician su cesión de insultos contra el gobierno, es un encuentro de lo irracional con lo absurdo, es un espectáculo donde la violencia es la mascara de los participantes y la excusa para saciar esa enorme carga de arrechera que los consume.
Dos pequeños equipos de los medios Alternativos se hicieron presentes para cubrir el evento y como era lógico arremetieron de manera muy violenta en su contra haciendo uso de esa agresiva demencia que utilizan como bandera de sus marchas.
Avila T.V. fue la primera victima del acoso, las repuestas a sus preguntas fueron el insulto acompañado del escupitajo en el rostro del paciente interrogador. Los empujones hacían que el pequeño equipo fuera bamboleado de un lugar a otro y de un grupo de fanáticos a otro sin tregua alguna.
Pero los oscuros rostros de los marchistas expresaban su frustración en cada carga de vulgaridades con que respondian a las preguntas que Cabeza e Mango les formulaba. Era una locura, todos gritaban a un mismo tiempo, el descontrol hacia su efecto en la mente perturbada de los presentes.
La Dama del mono era la expresión de lo irreal, no se sabía quién era el mono ni quien el inteligente. Ella soltaba cada incoherencia que encajaba perfectamente en un personaje Kafkiano frente a una conducta psicológica exactamente surrealista.
Los lideres de la movilización eran sombras que se desplazaban de reportero en reportero anunciando sus profecías y sus desvarios fascistas. Ledezma era ese eterno monje de los enunciados del pasado y Cabeza de Motor la mas fiél expresión de la violencia y el odio.
De pronto, aparece la violencia. La sempiterna violencia de la oposición, la descarga de todas sus potencialidades para la cuál fueron organizadas esas marchas. Los objetos comienzan a volar por los aires, los golpes hacen acto de presencia en la boca del periodista de La Hojilla. Cabeza e Mango es perseguido por la horda enardecida de fanáticos enceguecidos por la demencia, en fín, comenzó la parte final del espectáculo, el escenario ahora se torna mas real. Los rostros se desbordan de pasiones y dejan de proferir palabras para chillar mascaradas de insolencias que desfiguran lo contextual, lo racional. se alcanza lo máximo del clímax y la policía imperturbable los protege desde la distancia de lo racional y lo prudente. Otra lección mas de "civismo" que nos da la oposición sin rostro. Mientras tanto La Reforma de La Constitución marcha hacia la aprobación por parte del Soberano.
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