EL GATO Y EL RATÓN
El dilema del Gato y El Ratón aparece cada vez que el gobierno nacional levanta el telón de alguna iniciativa que beneficia al pueblo. Cada vez que se hace alguna propuesta, cada vez que se inaugura una obra importante, cada vez que una acción de gobierno hace ruido, entonces, la oposición se convierte en el gato y comienza una cacería mediática de enorme repercución nacional e internacional. Siempre ha sido asi. El gato emprende entonces el ataque feroz y con todas sus fuerzas corre en persecución de los errores del gobierno para descalificarlo y ponerlo contra la pared de la opinión pública. Los medios de comunicación se convierten entonces en las garras del gato y la cosa se pone tremenda como veremos mas adelante.
El gato misifú entonces aparace en las pantallas maullando falsedades y propiciando zarpazos contra todo lo que tenga que ver con las cosas que ellos siempre niegan. Es así como la persecución se inicia y la polémica se convierte en una cosa de nunca acabar.
Infinidad de voceros del gato transitan por las páginas de los medios luciendo ese palabrerío técnico que los hace unos seres definitivamente diferentes. Algunas veces son ayudados por los periodistas que los entrevistan, convirtiendose estos en los domadores del mensaje felino. Es así como la prensa suministra la dosis de la aceleración hormonal que distorciona la información.
Es así como el gato acecha con crueldad lo que el ratón construye. Hasta que un Día el Ratón se cansa y con la ayuda del pueblo, lo que hasta ahora había sido un gato se convierte en un manso Ratón perseguido por sus propias mentiras y acosado por la razón de la realidad.
La reforma no es sino el mejor ejemplo de lo que ha sido siempre la oposición que ha hecho el papel de Gato. En el golpe de estado del 2002 el gato salió con en el rabo entre las piernas, durante el paro petrolero del mismo 2002 el Gato salió trasquilado y corriendo a arrinconarse al rincón de siempre. Durante las Guarimbas ocurrió lo mismo, el gato pasó de su condición felina a la de roedor perseguido por sus propios fracasos.
Le acaba de llegar la hora de transformarse en gato nuevamente, se siente fuerte, tiene aliento para vociferar las mismas cosas de siempre, tiene el respaldo del tigre de papel que lo dota de recursos para atacar al ratón, pero va a ocurrir lo de siempre, en Diciembre terminará siendo un pobre roedor perseguido por la oscuridad de sus fracasos.
Es que este dilema del Gato y el Ratón hace suponer que el Ratón nunca fué gato ni Ratón, de manera que La Reforma de La Constitución por mas que sea vilipendiada por los felinos de la oposición será sancionada a pesar de los ataque inclementes de la mentira mediática.
El gato misifú entonces aparace en las pantallas maullando falsedades y propiciando zarpazos contra todo lo que tenga que ver con las cosas que ellos siempre niegan. Es así como la persecución se inicia y la polémica se convierte en una cosa de nunca acabar.
Infinidad de voceros del gato transitan por las páginas de los medios luciendo ese palabrerío técnico que los hace unos seres definitivamente diferentes. Algunas veces son ayudados por los periodistas que los entrevistan, convirtiendose estos en los domadores del mensaje felino. Es así como la prensa suministra la dosis de la aceleración hormonal que distorciona la información.
Es así como el gato acecha con crueldad lo que el ratón construye. Hasta que un Día el Ratón se cansa y con la ayuda del pueblo, lo que hasta ahora había sido un gato se convierte en un manso Ratón perseguido por sus propias mentiras y acosado por la razón de la realidad.
La reforma no es sino el mejor ejemplo de lo que ha sido siempre la oposición que ha hecho el papel de Gato. En el golpe de estado del 2002 el gato salió con en el rabo entre las piernas, durante el paro petrolero del mismo 2002 el Gato salió trasquilado y corriendo a arrinconarse al rincón de siempre. Durante las Guarimbas ocurrió lo mismo, el gato pasó de su condición felina a la de roedor perseguido por sus propios fracasos.
Le acaba de llegar la hora de transformarse en gato nuevamente, se siente fuerte, tiene aliento para vociferar las mismas cosas de siempre, tiene el respaldo del tigre de papel que lo dota de recursos para atacar al ratón, pero va a ocurrir lo de siempre, en Diciembre terminará siendo un pobre roedor perseguido por la oscuridad de sus fracasos.
Es que este dilema del Gato y el Ratón hace suponer que el Ratón nunca fué gato ni Ratón, de manera que La Reforma de La Constitución por mas que sea vilipendiada por los felinos de la oposición será sancionada a pesar de los ataque inclementes de la mentira mediática.
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