Los estudiantes revolucionarios fueron los protagonistas de una espectacular movilización que cruzó mas de la mitad de la ciudad en dirección este-oeste, partiendo desde La Plaza Venezuela hasta Miraflores.
La marcha se caracterizó por estar acompañada por una enorme muestra de alegría en respaldo a la propuesta de reforma presentada por el presidente Chavez en su debida oportunidad.
Allí estuvieron presentes estudiantes universitario llegados de todas partes del país, de los mas amplios sectores y de todas las universidades nacionales, privadas, las misiones y también la presencia de los muchachos de la educación media.
De esta manera, los jóvenes revolucionarios bolivarianos logran una integración de la comunidad estudiantil nacional en una acción de vanguardia de verdadera identificación con el resto del pueblo trabajador.
No había manera de calcular el numero de asistentes a la marcha, ya que los participantes se dispersaron por todas las calles y plazas del centro de la ciudad, es decir, el centro de Caracas se convirtió en un enorme punto rojo con sabor a pueblo.
Las pancartas y carteles de los marchistas contenían llamados a la aprobación de la reforma, a la necesidad de transferirle al pueblo un verdadero poder popular, a la importancia de fortalecer la autonomía universitaria con la aprobación del articulo 109, en fin, la marcha, fue una lectura de la fortaleza que tienen los jovenes revolucionarios en los escenarios de la calle.
Estos mismos son los que han estado al frente de las discusiones que se han realizado en las comunidades, plazas públicas, liceos, universidades y todos los espacios abiertos donde el debate sobre la reforma han sido su norte.
Y como era de esperarse, la presencia del presidente Chavez fue la culminación de seis largas horas de accionar estudiantil y juvenil. La marcha de los estudiantes fue una fiesta democrática a todo dar.
La marcha se caracterizó por estar acompañada por una enorme muestra de alegría en respaldo a la propuesta de reforma presentada por el presidente Chavez en su debida oportunidad.
Allí estuvieron presentes estudiantes universitario llegados de todas partes del país, de los mas amplios sectores y de todas las universidades nacionales, privadas, las misiones y también la presencia de los muchachos de la educación media.
De esta manera, los jóvenes revolucionarios bolivarianos logran una integración de la comunidad estudiantil nacional en una acción de vanguardia de verdadera identificación con el resto del pueblo trabajador.
No había manera de calcular el numero de asistentes a la marcha, ya que los participantes se dispersaron por todas las calles y plazas del centro de la ciudad, es decir, el centro de Caracas se convirtió en un enorme punto rojo con sabor a pueblo.
Las pancartas y carteles de los marchistas contenían llamados a la aprobación de la reforma, a la necesidad de transferirle al pueblo un verdadero poder popular, a la importancia de fortalecer la autonomía universitaria con la aprobación del articulo 109, en fin, la marcha, fue una lectura de la fortaleza que tienen los jovenes revolucionarios en los escenarios de la calle.
Estos mismos son los que han estado al frente de las discusiones que se han realizado en las comunidades, plazas públicas, liceos, universidades y todos los espacios abiertos donde el debate sobre la reforma han sido su norte.
Y como era de esperarse, la presencia del presidente Chavez fue la culminación de seis largas horas de accionar estudiantil y juvenil. La marcha de los estudiantes fue una fiesta democrática a todo dar.
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