Como era de esperar, el nuevo Alcalde del Municipio Sucre del estado Miranda, asumió sus funciones para gobernar para la clase media y dejar en medio de un calvario a la gran mayoría de los habitantes de los grandes conglomerados sociales que componen ese inmenso territorio social del este del área metropolitana.
Sucede que desde hacen 8 meses, es decir, desde que asumió la Alcaldía, el ciudadano Ocaríz entendió que el Instituto Municipal de Agua era una instancia perfecta para politizar la acción municipal a favor de los sectores sociales con las cuales él está identificado politicamente, sean o no, simpatizantes de su partido político, PRIMERO JUSTICIA y al igual que en la cuarta república, los pobres no son la prioridad de un gobierno de la oposición.
Por esta razón, los consejos comunales y las organizaciones sociales de las diferentes parroquias del municipio, se alzaron contra la exclusión del Alcalde y emprendieron una marcha de protesta contra la irresponsabilidad del burgomaestre mirandino que concluyó frente al despacho de Ocaríz quién le puso condiciones a las comunidades para recibirles el documento, razón por la cuál, la lucha por el agua no terminará en Sucre hasta tanto el estado central asuma que el agua es cuestión que debe estar centralizada en el ente especializado tanto en su distribución como en su conservación e higiene.
Raiza Urbina, lider del colectivo LA FORTALEZA de Petare, estuvo al frente de la organización del movimiento de protesta que marchó por las principales avenidas de Petare concietizando a la gente en asumir la defensa de sus derechos como objetivo fundamental de sus luchas contra una autoridad que gobierna para los ricos.
Esta demostración de arrogancia de la primera autoridad del municipio, estuvo acompañada de amenazas de parte de sus partidarios de sabotear la marcha contra la falta de agua, en otra clara demostración de intolerancia y de falta de vocación de servicio que ha caracterizado a esa pequeña burguesía de los partidos de la oposición cuyo discurso está bien lejos de las práticas de justicia que aplican en sus política sociales.
Sucede que desde hacen 8 meses, es decir, desde que asumió la Alcaldía, el ciudadano Ocaríz entendió que el Instituto Municipal de Agua era una instancia perfecta para politizar la acción municipal a favor de los sectores sociales con las cuales él está identificado politicamente, sean o no, simpatizantes de su partido político, PRIMERO JUSTICIA y al igual que en la cuarta república, los pobres no son la prioridad de un gobierno de la oposición.
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