Si Cristóbal Colón viviera en la actualidad, se encontraría que no habría nada que descubrir y que los carajos que lo acompañaron en sus diferentes viajes, seguramente serían mercenarios en Irak o Afganistán al servicio del nuevo imperialismo capitalista de nuestros tiempos.
Se encontraría también con que su reina Isabel la católica, es ahora un ama de casa con corona que apenas si sabrá hacer un café, que es a su vez la consorte de un desempleado, también con corona, que lo hicieron rey de España por la sacrosanta voluntad de un dictador llamado Francisco Franco que acabó con todas las libertades de los ibéricos en un santiamén.
Es que los viajes de Colón en estos tiempos son tan discutidos, que su supuesto descubrimiento habría sido realmente un detestable acto de piratería convertido por la historia en el saqueo mas prolongado que se conoce hasta ahora. Es que las invasiones ahora no se hacen con carabelas, sino con las grandes flotas que el pueblo norteamericano mantiene con sus impuestos, para que las grandes transnacionales saqueen a los pueblos del tercer mundo a su antojo.
El pobre Colón sentiría en carne propia los desplantes de Don Fernando, rey de castilla, que en estos tiempos estaría presente en la persona del bufón Aznar adulándole a la casa blanca para reivindicarse como ultraderechista y terrorista felón al servicio de las empresas militares colonialistas de la vieja Europa.
517 años después de la llegada del primer lote de invasores a estas tierras, llamada mucho después americana, al idioma castellano ahora lo llaman español y los españoles se arrodillan ante la OTAN para rendirle pleitesía al colonialismo de nuevo cuño que se inventan desde la Unión Europea.
Lo que nunca se hubiera imaginado Colón es que en Caracas un grupo de carajitos revoltosos lo derribó de su golfo triste como si fuera un manganzón cualquiera y un alcalde lo decretó simbólicamente enemigo del calvario donde vivió desde siempre señalando a los caraqueños de pendejos.
Ya Clemente II no es el papa colonizador que se hizo cómplice en nombre de la iglesia en la empresa invasora, ahora es Benedicto XVI el papa que bendice al banco mundial en su evangelizadora labor de expoliar las economías de los pueblos pobres del mundo en nombre de la democracia y la libertad.
517 años después es posible que Don Cristóbal Colón aún deambule por Santo Domingo en busca de sus osamentas perdidas en el transcurrir de los trescientos años de colonia y oprobio y hasta el mismo Moctezuma dialogue con la muerte en un episodio de espada y biblia que el océano se beberá.
Si Colón viviera en estos tiempos, seguramente estuviera preso en Guantánamo por haber derribado las torres gemelas, o estuviera, en el mejor de los casos acusado de haber propiciado la crisis financiera internacional en complicidad con Bin Laden.
Es que el navegante, después de 517 años, está tan vigente en la cotidianidad de los culpables de algo, que habría que rendirle un homenaje eterno a su memoria humorística, ya que entre otras acusaciones, los Guiacaipuro y los tupac-Amaruc lo señalan como el responsable de la muerte de 300.000.000 indígenas que produjo el paseíto que se dio por estos lados del mundo.
Para colmo, el genovés se hubiera muerto de nuevo al enterarse que los caraqueños aún le rinden sumisión al colonial León del Santiago Apóstol traído de la península por algún devoto del imperio español, inclusive, aún los alcaldes de la ciudad, premian a los buenos ciudadanos con la orden Diego de Lozada en cualquier clase, como si el genocidio fuera una patente de corso.
En fin, después de tantos años, el 12 de Octubre forma parte de una nueva historia que se ha venido escribiendo desde los pueblos con el protagonismo de los que fueron esclavizados en su conciencia y que ahora son esa gran legión de libertadores que se forman desde el sur donde Cristóbal Colón es el símbolo de un imperialismo depredador que aún respira bajo el mismo Sol que destruyen las transnacionales que acaban paulatinamente con el viejo y nuevo mundo 517 años después.
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