El 23 de Enero ha sido una parroquia combativa y culturalmente muy activa. Su historia recoge muchos momentos estelares en los que sus habitantes han marcado la pauta en el desarrollo social de los caraqueños. Se puede decir que el vecino del 23 de Enero creció con la sabiduría de Aquiles Nazoa “…creo en los poderes creadores del pueblo”.
A su historia se puede agregar la gran cantidad de artistas anónimos que conforman su paisaje social. Las inmigraciones han construido su contexto cultural y el poder popular ha marcado la bandera de sus luchas.
En el bloque 2 de La Silsa los vecinos se reunieron para rescatar una de las tradiciones religiosas mas practicadas en el interior del país, especialmente en Los Andes. Entre cantos y una corta caminata marchó el entusiasmo de unas personas que se sintieron expresadas en una acción de rescate que levantó el entusiasmo de muchos.
En una pequeña capilla se le dio vida al nacimiento que el vecindario hizo para rendirle homenaje al niño Dios en la noche buena de pascua y como dice la tradición, un vecino se robó el niño el cual estuvo oculto en su casa hasta el día de hoy cuando acompañado por una parranda y los estruendos de cohetes que son lanzado con la misión llamar la atención de todos, es colocado en su lugar en el pesebre donde lo aguardan María y José junto al burro y el buey.
El pequeño acto continuó luego en la casa del vecino que se robó el santo donde se le cantaron alabanzas según lo dice la tradición, El año que viene será mejor.
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