Revolucionaria por vocación, comunista por añadidura, esta mujer madre de dos hijos es la expresión de esa poesía que nace del pueblo y se dispersa a lo largo de la vida. Maturín la vio nacer y fue el paisaje de sus luchas estudiantiles, en esa juventud donde el encuentro con las ideas la hicieron crecer del tamaño de sus luchas.
La universidad la ayudó a encontrar las herramientas que todo revolucionario requiere para llenarse de causas y razones para dedicar la vida a las ideas y a construir desde abajo las trincheras donde quepan todas las palabras que se necesitan para conquistar los caminos del pueblo.
Su naturaleza de revolucionaria la convierten en una luchadora social de primer orden. Siempre en la vanguardia es custodia de los primeros pasos en el combate. Eso ha demostrado ella y todas sus vecinas en La California, donde junto a otras mil mujeres más ha enfrentado el odio del enemigo con la sonrisa de la persona que creció para triunfar y hacer triunfar.
NELIDAS, hay pocas o muchas, solo el tiempo las marca con la sabiduría de quién no rehuye sus responsabilidades. Después de hoy, esta camarada tendrá mas allá del horizonte un sitio donde contar estos años de revolución.
No hay comentarios:
Publicar un comentario